Como seres humanos, todas las personas de este planeta habrán experimentado lo que es el dolor. Experimentar dolor puede alterar nuestra vida en gran medida. Sin embargo, también tiene el potencial de salvar vidas.

Cuando experimentamos dolor, es una señal del sistema nervioso de que, algo no está funcionando como debería, en nuestro cuerpo. Sin embargo, el dolor que sentimos cuando se rompe el apéndice es un dolor bueno. Aunque nadie desea experimentar dolor de ninguna forma, este dolor es para bien.

Sufrir dolor crónico es, en conjunto, un caso diferente. El primer paso que hay que dar es identificar el origen del dolor. Esto significa que cualquier condición de salud probable está destinada a suceder, si se descuida. Este dolor crónico puede tratarse en lugar de dejarlo como está. El tratamiento del dolor puede traer un gran alivio para el cuerpo.

Las diminutas fibras nunca presentes en nuestra piel, vasos sanguíneos y músculos transmiten el dolor. Incluso las células nerviosas llevan a cabo esta tarea de señalización. Una célula nerviosa irritada se excita por el más mínimo estímulo que reciba. De forma significativa, comienzan a transmitir señales que no son otra cosa que las señales de dolor. El sistema nervioso de nuestro cuerpo está formado por millones de células nerviosas. Estas células nerviosas reaccionan a una amplia gama de sensaciones. Pueden sentir desde un picor hasta un dolor ardiente. Sobre estas sensaciones sólo prevalece el entumecimiento.

Numerosas investigaciones han demostrado que los campos magnéticos tienen el potencial de reducir las sensaciones percibidas por las células nerviosas y, en última instancia, alejar el dolor. Las células nerviosas dañadas pueden repararse a sí mismas bajo la influencia de los campos magnéticos.

Los campos magnéticos pueden reducir el dolor equivalente a 10 miligramos de morfina. Incluso tienen el potencial de dirigir el dolor a zonas específicas. Tanto a nivel local como en cualquier órgano del cuerpo o en todo el organismo, los campos magnéticos pueden reducir significativamente los niveles de dolor en el cuerpo. El uso de campos magnéticos para tratar el dolor puede reducir eficazmente el nivel de medicamentos.

Los campos magnéticos no entran en contacto con las células dañadas y curan el dolor. Incluso reducen la hinchazón asociada al dolor. La hinchazón necesita ser tratada o, de lo contrario, puede provocar que las sustancias químicas naturales se acumulen cerca de las células dañadas y aumenten los niveles de acidez en la zona. Los campos magnéticos también mejoran la circulación en la zona y ayudan a eliminar el exceso de mediadores químicos de la zona a tratar. Un flujo sanguíneo deficiente también puede causar dolor en el cuerpo. Los campos magnéticos también pueden tratar esta afección al mejorar la circulación sanguínea.

También se sabe que los campos magnéticos estimulan los meridianos de acupuntura y son incluso más beneficiosos que la propia terapia. Pueden estimular las endomorfinas y provocar cambios hormonales en el cuerpo. Los campos magnéticos hacen que se produzcan simultáneamente muchas actividades a nivel celular dentro del cuerpo. Sin embargo, incluso el cuerpo decide la actividad que debe tener lugar inmediatamente e ignora el resto. El cuerpo decide lo que tiene que ocurrir dentro del cuerpo y lo que no durante el proceso de curación.

Los campos magnéticos ofrecen varios beneficios al cuerpo durante el proceso de tratamiento. Reducen la tensión muscular, estimulan el sistema inmunológico, mejoran la circulación, mejoran la función celular, desintoxican el cuerpo, mejoran el sueño, aumentan la tasa de absorción de nutrientes, equilibran los sistemas endocrinos, equilibran los meridianos de acupuntura, reducen el estrés, reducen la inflamación y también regeneran los tejidos dentro del cuerpo.