Modulación neurológica:

La terapia PEMF influye en la actividad eléctrica cerebral, lo que puede ayudar a regular el estado de ánimo y aliviar los síntomas de ansiedad. Al normalizar las funciones cerebrales, la PEMF puede reducir la actividad neuronal excesiva que contribuye a la ansiedad, promoviendo un estado mental más equilibrado.

Reducción del estrés:

El estrés contribuye significativamente a la ansiedad. La terapia PEMF puede ayudar a mitigar el estrés al estimular la respuesta natural de relajación del cuerpo. Esto implica reducir la producción de hormonas del estrés, como el cortisol, y aumentar la producción de neurotransmisores calmantes, lo que puede ayudar a aliviar la ansiedad.

Mejora de la calidad del sueño:

Dormir mal es tanto un síntoma como un factor que contribuye a la ansiedad. Se ha demostrado que la terapia PEMF mejora el sueño al regular la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia. Dormir mejor puede mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de ansiedad.

Mejora de la función celular:

La terapia PEMF aumenta la producción de energía celular, lo que puede mejorar la salud general y la resiliencia de las células del cuerpo, incluidas las del sistema nervioso. Una mejor salud celular puede conducir a una mejor regulación de las funciones corporales que influyen en el estado de ánimo y los niveles de ansiedad.