Fomento de la regeneración nerviosa:

Se ha demostrado que la terapia PEMF estimula el crecimiento y la reparación de las fibras nerviosas. Los campos electromagnéticos generados por las esterillas de PEMF pueden potenciar la proliferación y supervivencia de las neuronas, mejorando potencialmente los resultados de la regeneración nerviosa necesaria para la reparación de la médula espinal.

Reducción de la inflamación:

Tras una lesión medular, la inflamación puede agravar el daño y dificultar la curación. La terapia PEMF ayuda a reducir la inflamación en el lugar de la lesión modulando la actividad de las citocinas y otras moléculas inflamatorias, creando así un entorno más propicio para la recuperación.

Tratamiento del dolor:

El dolor crónico es una complicación frecuente de las lesiones medulares. La terapia PEMF puede tratar eficazmente el dolor alterando la forma en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor, lo que proporciona alivio sin dependencia de los analgésicos, que a menudo conllevan efectos secundarios.

Mejora de la circulación:

La mejora del flujo sanguíneo es fundamental tras una lesión medular, ya que ayuda a suministrar los nutrientes esenciales y el oxígeno necesarios para la reparación de los tejidos. La terapia PEMF favorece la vasodilatación y aumenta la circulación sanguínea, lo que ayuda en el proceso de curación y reduce el riesgo de complicaciones secundarias como las úlceras por presión.